lunes, 14 de noviembre de 2011

Historias de Virginia: "Reuniones Familiares"

¿Hay alguien a quien le gusten las comidas, cenas…y demás eventos familiares? Es que es una duda existencial que me corroe las entrañas porque mi respuesta la tengo más que clara: ODIO este tipo de acontecimientos. Y os voy a explicar la razón.

Lo primero es que este tipo de “celebraciones” (no sé porqué les llaman así yo más bien diría que son “torturaciones”) , por lo general en mi family, suelen llevarse a cabo en domingo, con TODO lo que un domingo conlleva: resaca, sueño, marcas en algunas partes del cuerpo…creo que me entendéis. El caso es que siempre me toca madrugar para por lo menos darme una ducha y quitarme los chorretes de pintura que se han instalado como segunda piel en la cara tras la fiesta de la jornada anterior. Si fuese por mí os prometo que iría en pijama y con mi cara de “recién levantá” pero no quiero que mi abuela muera de un infarto cuando me vea aparecer.

Pues eso, usando toda la fuerza de la que dispongo, me levanto, me ducho y busco algo decente que ponerme: camiseta básica, vaqueros y chupa de cuero “Ohh yeahh…voy hecha un bombón” este suele ser mi pensamiento hasta que me acuerdo que también van mis primas…sí, esas que llevan ropa de marcas impronunciables y que les ha costado un trapito lo que a mí todo mi armario. Bueno…cada cual es como es ¿no?

Cuando al final me subo al coche toda orgullosa de mi aspecto empieza mi madre a darme la charla, y es que no se si es peor aguantar la paliza que me da mi madre o el evento en sí. ¿Quiere que sea femenina? ¿Es que el pelo rosa no es femenino? ¿Hay algo más “femme” que el rosa? De verdad…no entiendo a esta mujer.
Tras llegar al lugar seleccionado toca dar besos a TODOS los asistentes que lo primero que hacen nada más verme es criticar mi aspecto resacoso y mis pintas de macarra. ¡¿Macarra yo?! ¡¿Macarra???!!

Después de los saludos pertinentes nos sentamos a la mesa, por un lado los jóvenes y por otro los mayores. La idea de mi madre es que me haga súper amiga de mis primos pero es que no pegamos ni con superglue , no es que me caigan mal pero desde que tengo determinada edad en mi mente los llamo con un mote;  está la “pija” que no tiene más de 18 años y su única aspiración es la de ir mona; también tenemos al “lerdo”, le llamo así porque en plena adolescencia en lo único que piensa es en jugar a la play; la “cerebrito”  es mi favorita , es una estudiante de 10 que viene a las reuniones familiares tan perdida como yo, y aquí entre nosotras…para mí que esta chica entiende; también están los enanos y por encima de todos encontramos a la “divina”. Sí, no hay otra forma de llamarla, la “divina” es una mezcla entre Chabeli y Paris Hilton pero con dos carreras, cientos de masters y un novio que según palabras textuales de mi madre “ es el chico perfecto”, yo le llamo el “pringao” porque no he visto cosa más calzonazos en mi vida.
Como os podéis imaginar yo siempre acabo sentada con la “cerebrito” porque no es que la chica hable mucho pero al menos no me da la coña sobre cual es el último color de pintalabios que se ha comprado. Que tristeza…

Supongo que al igual que en toda comida familiar que se precie se sacan temas políticos y sociales que acaban enfrentando a diferentes miembros, son cuestiones que aunque se intenten evitar siempre acaban saliendo a la luz y…¿a que no sabéis cuál es el que suele aflorar en mi familia? Ohh sí, el matrimonio homosexual es el que más apasiona a mi tío el ultrarreligioso  lo que hace que en vez de tener ganas de comerme el filete me apetezca clavarle a él el cuchillo y el tenedor, pero me contengo… y sólo pido con todas mis ansias que se le atasque la bebida y deje de hablar de una puñetera vez antes de que mi autocontrol falle y salte por encima de la mesa en plan leona lesbiana furiosa. Es que no es plan de liarla…

Pero lo mejor es la sobremesa cuando algún familiar despistado me pregunta “Oye Virginia ¿cuándo nos vas a traer un novio?”  y si han visto alguna especie de marca extraña asomar por mi cuello cambian a : “¿Tienes novio?” mi respuesta siempre suele ser clara y facilita de entender “Cuando los cerdos vuelen”, aunque sinceramente lo que piensa mi cabeza es “cuando el ultrarreligioso sea abanderado del Orgullo Gay”. Que gente…todavía creyendo que hay alguna posibilidad de convertirme en la “divina 2”, a la próxima me llevo la camiseta de  “Bollera hasta que me muera”, a ver quien es el lumbreras que pregunta.

El gustazo me llega  cuando le digo adiós a la panda de sujetos que tengo como familia, no creáis que no les tengo cariño, es sólo que los familiares cuanto más dosificados mejor. Al volver a casa mi único pensamiento es “a la próxima no voy” pero ya sabéis esto es como los propósitos de año nuevo…NUNCA SE CUMPLEN.



Atentamente: Virginia Fox 

4 comentarios:

  1. JAJAJAJAJA que risa el avatar! JAJAJJ
    pero conmigo se lo pasa el mismo en reuniones familiares siempre están a preguntarme: "oye, cuando vas a traer un novio"... mis padres incluso

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  2. jajajaja me parto! sois unas cracks!!!

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  3. Cosas tan reales como la vida misma. Nos alegra que os guste.

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  4. Aunque cuando vives esos "momentos" te parecen Ciencia Ficción... jajaja

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