Tras el
estereotipo de la camisa de cuadros, Pasamos al de “Rodeada de Gatos=Entiende”.
Todo viene porque el otro día estábamos en casa de mí “churri” (aquí la
llamaremos “Cee”)… Tee y yo- las tres bien juntitas pero no revueltas- y ahí lo
vi todo claro… chica con extremado cariño a su/s gato/s o es una solterona de
mucho cuidado o una lesbiana, y lesbiana en mayúsculas.
Siempre los
conceptos: lesbiana-gatos han ido de la mano, ya sea porque son animales
inteligentes, misteriosos, independientes, de alta belleza y elegancia, limpios,
juguetones… pero yo la verdad es que nunca le he prestado atención puesto que
NO ME GUSTAN los gatos, así que ingenua de mí siempre había creído que era un
tópico más, pero no, el otro día pude comprobar que NO.
Estábamos mi
“Cee”, Tee y yo hablando en el sofá mientras picoteábamos unas cosillas, y baje
a la calle a por unos hielos, y en qué momento se me ocurrió dejarlas solas…
cuando volví estaban hablando de… GATOS, así que nada dije: “bueno, ya acabarán…”
Una hora y
media estuvieron “debatiendo” sobre esos felinos… y lo peor de todo es que
mientras ellas hablaban yo bebía y hacia algo para cenar – no iba a
desperdiciar los hielos y cierta bebida que había traído Tee- así que cada 10
minutos me asomaba para ver si ya habían cambiado de tema y pegaba la oreja y escuchaba:
“Si es que
son tan mimosos”; “Son mis quekuchinis” “no,
mis misifu” ;“son mikus”
Frases de
tal inteligencia salían de sus bocas, una y otra vez… y yo solo podía
beber mientras pensaba que el único gato
que me gusta es CATwoman , a la que nunca la diría ni “misifu, mimi, bigotitos,
kiukiu…”
A la
siguiente vez que volví se estaban explicando como al gato de Cee le gustaba
que le rascasen por el cuellito, y Tee explicaba que al suyo también le
encantaba pero que desde que se cayó desde la terraza tenía mucha sensibilidad
en cierta zona de la pata -¿acaso los gatos no caen siempre de pie?- así que me
senté entre ellas dos a ver si así me hacían caso y aunque fuese me rascasen el
cuello o algo pero nada se echaban hacia adelante para hablar mejor…
Volví a la
cocina para que no se me quemase la obra maestra culinaria que estaba haciendo:
un par de pizzas precocinadas… pero era mejor hacer que iba a vigilar que estar
escuchando gatunadas…
Tras una
hora contándose las aventuras de sus gatos, de con quién les dejaban si se iban
de vacaciones, de si los abuelitos “les querían mucho”, que si su “niña” se
había echado un novio-gato muy mono, de las “travesuras que habían hecho sus
pequeños en sus muebles y demás historias me di cuenta del por qué a las
lesbianas no se les pregunta cuántos hijos tienen sino cuántos gatos tienen…
Cuando ya
creí que había finalizado la conversación porque hubo un segundo de silencio,
en el cual puse toda mi esperanza de que esta tortura acabase y alguna hablase
de Angelina Jolie, Jennifer Beals, incluso ya estaba tan desesperada que no me
importaba… María del Monte…
Se pusieron
a ver como locas vídeos “graciosos” de gatos en el youtube , o lo que ellas
consideran “gracioso”: una mamá gatito abrazando a su bebé gatito, un gato
disfrazado de Lady Gaga y otro de Yoda, gatos nadadores… vamos que cuando
acabaron sino fuese porque ya iba pedo me hubiese ido directamente al
psiquiatra…
Así que no
sé si soy yo la única LEZ “rara” a la que no le gustan los gatos- será porque a
mi madre tampoco le gustaban… siempre les decía “zape-zape” para espantarlos- y
es que se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, ¿será el gato el de
la lesbiana? ¿Qué creéis?
He aquí mi manifiesto sobre el
"Estereotipo Nº 2" Y es que chicas...si véis cuatro gatos... buscáis una LEZ"¿Rodeada de Gatos?¡¡Lesbiana
fijo!!"
pues mi madre les decía y dice en vez de zape zape, sape sape, y ahora que caigo he sido lesbiana toda mi vida y yo sin enterarme, pq siempre me han gustado los gatos, y tengo uno que acaba de cumplir 17 años.
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