He leído muchas sugerencias acerca de como continuar la historia y he de deciros que nunca me planteo lo que voy a plasmar en palabras, simplemente dejo que vaya surgiendo. Vamos que no tengo ni idea de como va a continuar esto, soy la primera sorprendida ;)
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Título: Descubrimiento
Autora: Tee para Armas de Lesbiana
VI
**Nota: Esta parte está narrada por Cristina
Algo más fuerte que mi voluntad
me impulsó a seguirla. La esperé fuera de su casa y al verla salir mis pasos
comenzaron a resonar tras los suyos.
Ella no me quería cerca, lo sé. Pero
era como si un imán me llevara a Isabel con tal de obtener algunas respuestas a
lo que nos estaba pasando.
La cosa era que cuando la parte
irracional de mi mente decidió que iría tras ella no planeó que era lo que iba
a decirle cuando me preguntara acerca de mi comportamiento.
Iba fija en su espalda, creo que
mi cabeza se dedicaba a funcionar como una autómata programada para seguir la
fragancia que dejaba tras de sí al
caminar, cuando…
“Bueno ya está bien ¿por qué me
sigues? ¿Qué quieres?” Buena pregunta, yo misma no estaba muy segura de cual
era la razón de todo aquello…
“Lo mismo que tú” Sí, esa era mi
voz actuando por su cuenta, guiada más por mi corazón que por la razón.
Lo cierto es que ante cada mirada
de Isabel sentía como mi raciocinio se evaporaba lentamente. Y yo, que siempre
he sido una mujer de ideas muy claras y de decisiones tomadas con la mente fría,
estaba viendo como aquella chica nublaba mi juicio de tal manera que hacía
resurgir a la luz una Cristina que hace años que creía muerta. La Cristina que
de verdad tiene sentimientos y actúa según lo que estos ordenan.
“Y tú ¿qué sabes acerca de lo que
quiero yo?” Cuando me preguntó esto vi la tormenta que estaba teniendo lugar
tras esos maravillosos ojos. Me sorprendió que a pesar de todo lo que estaba
ocurriendo entre nosotras, siguiera manteniendo ese punto desafiante que la hacía
tan diferente.
“Mucho. Tu mirada dice más de lo
que tu voz admite…” Mientras decía esto saqué mi tono más sensual, ese que he utilizado durante toda
mi vida con el objetivo de conquistar a cualquier hombre. Pero ahora lo estaba
utilizando sin más fin que el de hacerle ver a Isabel, que no era la única que
estaba pasando por ese camino de sentimientos. Puede que ella nunca llegara a
admitir todo lo que su cuerpo gritaba pero yo necesitaba decirle lo que percibía
entre nosotras. Un algo al que no sabía ponerle nombre.
“¿ Y qué te cuenta?” Levantó la
cabeza como escudándose un poco más en su actitud altanera.
Le cogí la mano y me la llevé al
pecho. El simple contacto de su mano contra mi piel hizo que me sintiera mucho
más humana que nunca en toda mi vida.
Debido a mi profesión hace tiempo
que me he prohibido regodearme en el placer que me pueden llegar a provocar
determinadas caricias, porque se que aquellos que me las dan no las sienten
plenamente, y no me vale quedarme pensando en determinadas sensaciones que lo máximo que les han supuesto a otros han sido
unas simples monedas.
Pero bajo su tacto todo parecía
tan diferente.
Tras unos instantes se apartó
como si yo quemara.
“Aléjate de mí” Me dijo con una
especie de furia que yo interpreté como miedo. Intentó marcharse pero no la dejé.
La agarré por el brazo de tal manera que nuestros rostros quedaron a escasos
centímetros.
Nunca antes me había pasado esto
de quedarme sin aliento al sentir otra presencia tan cerca. Pero Isabel lo
conseguía, de hecho estaba despertando demasiadas cosas en mí que yo misma no
sabía que existían.
“¿Qué haces?” susurró mientras su
mirada se paseaba entre mis ojos y mi boca. En sus pupilas vi reflejado el
deseo, ese que ella intentaba esconder tras varias de capas de soberbia. Así
que la parte irracional de mi ser, volvió a actuar por su cuenta. La besé.
Fue un beso tierno y dulce, con
el que pretendía decirle que la entendía. Que ella no era la única nueva en
esto.
Tras unos segundos, se separó de
mí. Me miró con auténtico terror y salió corriendo. Y allí me quedé yo, sumida
en una especie de trance.
¿Sería posible que Isabel Lobo
consiguiera hacerme creer de nuevo en determinados sentimientos?
Desde mi nube de color de rosa no
me di cuenta que un par de ojos ajenos habían sido testigos de aquel mágico
momento y , tampoco me paré a pensar que ,probablemente, me metía en la
aventura más peligrosa de toda mi vida.
Y , la verdad, es que creo que no
me hubiese importado de haber caído en ello, porque por primera vez en muchísimo
tiempo tenía una especie de mariposas en el estómago que sólo me provocaban un
sentimiento: Felicidad.
Continuará....
Tee!!! que m'as dejao otra vez sin palabras!!
ResponderEliminartienes una admiradora más...
ya espero una 7º parte!!!
besos!!!
FDO: Vazquez (por si acaso -como diría Nieves-)
amo esta hisotria!!!
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