Os recuerdo:
Autora: justkeepswimming
Autora: justkeepswimming
Traductora: Bee
El Futuro Perfecto:
Capítulo 8
Bette cogió su bolso de mano y lo puso sobre su hombro mientras
ella se abría paso hacia afuera hacia el coche en la mañana del martes. Como
siempre en los 30 minutos que hacia en el coche de ida y vuelta, ella ponía su
emisora de radio favorita para escuchar 7:30 de noticias antes de que diesen
paso a la música clásica.
Después del breve noticiario matutino, la voz del dj comenzó a
hablar.
“Está un poco fuera de la norma que esta emisora de radio acepte
dedicaciones, pero tenemos a una persona generosa que ha llamado esta mañana y que
ha acordado hacer una donación considerable para nuestra fundación “Programa de
Música de los Niños” todo por el privilegio de dedicar una canción a alguien.”
“Quiero dedicarle esta canción al amor de mi vida” la voz de Tina
llenó el coche de Bette mientras ella iba por la
Autopista 101, sin Peaje. “Sé tus hábitos, y espero
convertirme en uno de ellos muy pronto otra vez.”
El sonido tranquilizador de la “ Primavera ” de las Cuatro
estaciones de Vivaldi fue tan directo que Bette se quedó muda, esto era una
gran prueba ya que tenía que continuar
ocupándose de conducir sobre la transitada autopista sin peaje.
Oír este concierto… siempre y por siempre le recordaría a Tina y a
ella, porque fue la música que sonaba de fondo en la primera vez que hicieron
el amor. Habían pasado el día en Malibu, donde cenaron al lado del océano,
antes de regresar en coche a la casa de Bette. Tina y ella habían pasado ya
varias noches juntas, pero no habían hecho más que besarse, aunque si bien
compartieron cama.
“Qué gran día ” Tina comentó mientras se
quitaron sus zapatos en la puerta principal. “La primavera en California es mi época favorita del año porque todo es todavía
verde, y el aire es… tan fresco.”
“Especialmente por el océano ” Bette
estaba de acuerdo. “Fue un día perfecto. Gracias
por compartirlo conmigo.”
Ella entró en la sala de estar, y se
sentó al final del sofá antes de palmearlo para alentar a Tina a sentarse al lado de
ella.
“¿Qué
te parece si pongo algo de música?” Tina preguntó.
“ Sírvete tu misma.”
Tina colocó un disco dentro de la
mini-cadena y entonces se sentó al lado de Bette.
“¿Te
importa que me acerque un poco?” Bette sonrió a la vez que ella llevaba sus manos a las de Tina.
Los sonidos de fondo del concierto
llenaron el cuarto.
“Pensaba que podríamos hacer más que
acercarnos solo un poco”, Tina contesto mientras el espacio entre ambas mujeres
se hacia inexistente. Su voz bajo hasta convertirse en un susurro. “Una forma perfecta para
terminar un día perfecto… ”
Sus labios se juntaron, Tina descubrió la
intrepidez y habilidad de sus labios que no sabía que ella poseía. Ella dejó sus manos
descansar a ambos lados de la cara de Bette mientras se besaban. La mano de Tina se deslizó hacia abajo hacia
el cuello de Bette y luego hacia el botón que sobresalía de su blusa. Ella asombrosamente desabrochó los botones mientras
continuaron haciendo un exhaustivo reconocimiento
de los labios de la una a la otra.
La mano de Bette se acercó a la parte
superior de Tina, mientras Tina alzó sus manos sobre su cabeza para facilitar que
Bette se deshiciese de ella.
“Quiero que tú me enseñes…”, Tina consiguió
susurrar esas palabras en la boca de Bette en medio del beso. “Te quiero tanto… ”
“Si tú quieres que yo me detenga… ”
Bette comenzó.
“No quiero ni querré que tú te
detengas” Tina la reconfortó. “quiero tenerte… toda la larga noche...”
Tina desde el sofá, termino de arrojar
al suelo su camiseta. Desplazo sus manos y trató de alcanzar la mano de Bette, que seguía
parada, Tina comenzó a dirigirse con Bette a su lado hacia el dormitorio.
Una vez atravesaron la puerta, ella
silenciosamente se puso delante de Bette. Tina con ambas manos alcanzó la blusa de Bette y la dejo caer por sus
hombros lentamente. En el mismo
momento en que ella sintió como Bette la quitaba su sostén. Lentamente se quitaron la una a la otra la ropa
hasta que no hubo nada para quitar. Tina puso las yemas de sus dedos tentativamente en los hombros de Bette
antes de ir bajando poco a poco su mano hasta tocar suavemente los senos de
Bette. Ella sabía cómo la
gustaba que la tocasen, pero nunca había tocado a otra mujer íntimamente y ella
quería recordar cada instante.
Caminaron unos pasos más hacia la cama
y Bette quito las colchas. Tina gateó adentro y se movió hacia atrás un poquito para dejarle
espacio a Bette y que ésta se la uniese a ella. El algodón frío acarició su piel al tumbarse en la cama, esperando las
caricias de Bette con una combinación de nervios y excitación. Ella ya notaba como su cuerpo respondía con un nivel que ella nunca
antes había sentido ni experimentado.
Bette se puso a su lado, una frente a la
otra, las manos suavemente vagando por el cuerpo de la otra mientras se besaban. Fue Tina la que hizo
avanzar aún más el roce de sus cuerpos. Ella no podía librarse de los pequeños quejidos que su garganta emitía.
Y esa simple respuesta verbal de Tina
desató todos los sentidos de Bette.
El ensueño del recuerdo de Bette fue bruscamente detenido cuando
casi se lleva por delante con el coche una farola que se encontraba cerca a su
oficina. Ella aceleró y entró en el aparcamiento subterráneo, habiendo despertado
ciertos recuerdos en su memoria.
-'- ella todavía me hace sentir todo esto a mí -' -Bette pensó al
cerrar la puerta de su coche (ese SAAB jaja) y activó la alarma. -'-Ella
todavía me puede distraer en todos los aspectos.-'
Ella subió se metió en el ascensor para subir desde el parking a
su oficina. En lugar de la música habitual del ascensor, empezó a escuchar la
maravillosa música Vivaldi que tantos buenos recuerdos la traían.
¿' Cómo hizo eso?' Bette pensó para si misma con una sonrisa. Ella
dejó sus pensamientos vagar otra vez de regreso a aquella noche.
La mano de Bette avanzó lentamente por
la parte de abajo del estómago de Tina. Ella podía sentir la inhalación rápida de
Tina mientras atravesaba su ombligo, aumentando poco a poco cada vez más.
“¿Te
parece bien que te toque...?” Bette susurró entre los besos.
Tina cogió las manos de Bette, y las
dirigió otra vez hasta abajo, muy abajo. Sus acciones hablaron por si mismas ya que
su voz no podía.
Los dedos de Bette se deslizaron sin
esfuerzo sobre la carne despertada de Tina, mientras su respiración se volvía
más agitada.
Bette se quedó sin aliento ante la
sensación de cómo de mojada estaba Tina, y vaciló sólo por un momento antes de decir
lo que estaba pensando en ese momento.
“No puedo esperar a saborearte...”
“No te detengas ” Tina imploró, sus
caderas se movían en concordancia a los movimientos de los dedos de Bette.
“Déjame usar mi boca” Bette dijo mientras
bajaba por el cuerpo de Tina.
Bette sintió que los dedos de Tina se
enredaban en su pelo mientras ella saboreaba las reacciones de lo que ella
había provocado. Era un sabor enriquecedor y puro que estaba allí en abundancia para que
ella lo gozase, solo ella.
La campanita del ascensor hizo a Bette volver otra vez a la
realidad.
“ Dios miooooo ” ella dijo en voz alta cuando las puertas que
daban a la galería se abrían. Ella caminó enérgicamente hacia el escritorio de
Tara y de repente olió un perfume familiar.
' Debo estar perdiendo el juicio. Esto no puede ser… ' Bette pensó
para si misma.
“¿perfume nuevo?” Bette
preguntó al pasar rápidamente por el escritorio de Tara.
“ En verdad, acabo de percatarme de que hay varias tiras de este
perfume en el borde de mi escritorio. Es un perfume bello sin embargo. Sólo que
no se como ha llegado aquí. ”
“ Ni yo” Bette dijo. “¿Podrías atender tú mis llamadas por
aproximadamente 15 minutos?”
“Por supuesto.”
Ella cogió una de las tiras del perfume y caminó directamente hacia
su oficina. Colocó su bolso en la percha sobresaliente de su escritorio antes
de coger el teléfono y marcar el móvil de Tina.
“Buenos días” Tina contestó. Ella ya había visto en su pantalla que
era Betta la que llamaba, antes de responder a la llamada.
“Eres implacable…” Bette empezó. “¿Dejaste las tiras del perfume
esta mañana o anoche?”
“¡ Me alegro de que tú
aprecies todo mi arduo trabajo!” Tina se rió. “Pero ya te dije…”
“Ya sé, ' todo está justificado en el amor y en la guerra '” Bette
acabo la frase de Tina. “Sin embargo… solo una pregunta… ¿Cómo lograste tú…
cambiar la música del ascensor en mi edificio?”
“¿Estás bromeando?”
“ No, no es una broma” Bette contestó.
“ Pues bien, supongo que Dios está a mi favor, porque no tuve nada
que ver con eso.”
“¿Y otra pregunta, por
curiosidad cuánto te costó dedicarme la canción en la radio? Tenemos a un niña que
tendrá que ir a la universidad… a la que tú ya conoces…”
“Esas son las buenas noticias, dos de las productoras que producen
una de nuestras películas querían hacer alguna donación anual para alguna
cadena de tv o de radio.
“¿Puedo esperar más
sorpresas sobre el transcurso del día?” Bette preguntó.
“Cuenta con ello.”
“¿Te importa darme algunas pistas?”
“Ahora no, eso le quitaría la diversión, ¿y no querrás eso, no?”
Tina contestó con picardía.
“Ya sabes que no me gustan mucho las sorpresas” Bette dijo
secamente.
“Nada de sorpresas. Simplemente… ” Tina consideró su siguiente
palabra muy cuidadosamente. “Recuerdos.”
“Si tú me conoces tanto como dices, estoy segura que sabes dónde ha
estado mi mente durante aproximadamente los últimos 30 minutos ” Bette dijo.
“Espero que tú hayas estado pensando sobre el día que pasamos en
Malibu” Tina contestó con una sonrisa. “Seguido por la primera noche que pasamos
juntas.”
“La música. El perfume que tú llevaste puesto ese día. ¿Cómo voy a
poder pensar en otra cosa?”
“He estado pensando acerca de ese día y de otros tantos por tres
meses así es que pensé en traerlos de vuelta, traerlos de vuelta para nosotras,
para tí .”
“Yo he pasado mucho tiempo intentando olvidar algunos de esos
días” Bette dijo en serio. “Pensaba que todos ellos habían quedado en el
pasado.”
“Si, son días del pasado” Tina también contesto seria. “Excepto
que nada nos impide tener otra vez este tipo de días en nuestro futuro. Estoy
simplemente tratando de obligarte a reconocer que existe la posibilidad de que lo
podamos tener otra vez.”
“A su debido tiempo lo haré” Bette contestó. “Creo que tengo una
adversaria formidable.”
“ Si tales memorias no te alterasen, ¿no habría nada en lo que
pensar? Tina preguntó.
“ otra vez, un punto excelente”, Bette admitió. “Tu demostración
fue bastante más efectiva que cualquier argumento que pudieses darme.”
“La demostración no se ha acabado aún ”, Tina bromeó. “Pero tendrás
que esperar y ver. La autopista se llenará de coches, debo dejarte ya.
Diviértete en tu cita de esta noche.”
“ oh, es cierto ” Bette se había olvidado de la cita que tenía hoy.
“Gracias. Conduce con cuidado.”
Bette colgó el teléfono y se recostó en la silla de su oficina.
Ella recorrió con la mirada su reloj de pulsera e inhaló el aroma del perfume
de Tina. Inmediatamente la transportó de regreso a ese momento de su vida –
como si fuese ayer mismo, y no 11 años atrás.
Los sentidos de Bette estaban siendo
asaltados con el aroma dulce pero húmedo de Tina, su sabor, los sonidos de
deseo dimanando de su garganta, y roce suave de sus manos en su pelo.
“ Oh Dios ”, Tina gimió.
Sus caderas ascendieron con tal fuerza
hacia fuera de la cama que a Bette le costo mantener su contacto, e hizo todo para hacer que el orgasmo de su
amada durase todo lo que pudiese. Ese placer atravesó corriendo cada parte del
cuerpo de Tina, haciéndola sentirse a ella más viva de lo que alguna vez lo
había estado. Bette
eventualmente sintió como el cuerpo de Tina se iba relajando y avanzó sobre la
cama para descansar sobre ella. Cogió la mano de Tina desde detrás de su
cabeza, y la acerco más a ella.
“ tú eres… asombrosa… ” Tina susurró. “Enséñame a hacer eso
para ti.”
Tina la besó ávidamente, dejando a sus
manos vagar hacia abajo sobre el cuerpo de Bette. Sin advertirla, Tina
rodó sobre Bette, colocándose encima de su espalda para continuar besándola.
Ella bajó una mano acariciándola una
mama, suavemente pellizcando un pezón entre su pulgar y su dedo índice. Ella entonces se movió hacia abajo,
besándola alrededor de su pecho, meticulosamente pero a la vez con mucho afecto
y cada vez que se movía más cerca, más cerca y más cerca se movía para su
centro. Bette observada como la
lengua de Tina lamía su pezón ya erecto y entonces sus ojos y sus miradas se
cruzaron.
“Me encanta observarte experimentar
todo por primera vez”, Bette logró decir.
“Lo que yo amo es poder experimentarlo
contigo”, Tina contestó.
Ella se inclinó hacia adelante y cubrió
toda la mama de Bette con su boca antes de echar marcha atrás y suavemente
raspar sus dientes sobre su superficie a medida que ella se retiraba. Ella acabó con un tirón
sutil en el pezón y entonces dejó a su lengua rodearlo antes de fijar su
atención en el otro lado. Ella
regresó a la boca de Bette, dejando a la vez la mano en la parte de arriba del muslo
interior de Bette. Ella la acarició
pensativamente, entre tanto disfrutando de los besos que compartían. Ella subió su mano y quebrantó su beso para
examinarla, aparentemente estaba fascinada por la humedad en las puntas de sus
dedos. Tina tentativamente lo
chupó con su lengua, pero toda la vacilación y dudas pronto desaparecieron y
ella los lamió por completo, mientras Bette se encontraba muda y con los ojos muy abiertos ante el despliegue de
Tina.
Tina se movió a fin de que ella estaba
entre las piernas de Bette, revoloteando por encima cuando ella habló.
“ empezaré por aquí mismo ” Tina
inocentemente besó los labios de Bette. “Voy a abrirme camino hacia abajo por todo tu
cuerpo con mi boca.”
Tina se inclinó otra vez para capturar
los labios de Bette en un acalorado beso. Gimieron en la boca de la otra mientras Tina
seguía encima de Bette ,y sólo ocasionalmente dejaba bajar su cuerpo para dejar
a sus pechos encontrar a los de su amante.
“¿Podrías
doblar tus piernas para mí?” Tina preguntó al hacer una pausa. Bette cumplió con la petición de Tina. Después de un último beso en los labios, Tina comenzó a dirigirse hacia
el sur. Ella rastreó e hizo
como un camino con su lengua entre las clavículas de Bette antes de llegar a
ambos pechos.
Tina hizo retroceder su mano hacia
abajo, en medio de las piernas de Bette
y la acarició suavemente, celebrando la sensación de la piel caliente y húmeda mientras
esperaba poder tener ya un contacto con su boca.
Ella la besó más abajo y más abajo,
hacia donde los muslos se intersectaban. Ella suavemente tocó la ingle con su lengua
y supo inmediatamente lo que ambas estaban sintiendo ya que la reacción de
Bette la hizo ver exactamente donde ella la necesitaba en ese momento.
Tina no ayudaba mucho ya que no podía parar
de gemir dentro de Bette mientras sentía como los muslos de Bette se tensaban y
sus músculos se apretaban alrededor de ella. Ella correspondió y atendió a los anteriores
movimientos de Bette, empezando a chupar la carne sensible entre sus labios
suavemente y a jugar sobre su superficie con su lengua. Bette pronto se arqueaba sobre la cama y se
echó hacia atrás para poder disfrutar de la atención que recibía de Tina, su
nueva novia sumamente talentosa.
El cambio de “favores” duró durante
toda la noche, y sólo cuando el sol comenzó a brillar a través de la ventana
del dormitorio fue cuando admitieron que ambas se merecían dormir un poco, un sueño
muy merecido.
Bette suspiró pesadamente antes de presionar el botón del
interfono en el teléfono de la oficina.
“ Hi Tara, estoy preparada para recibir las llamadas del día ”, Bette
adoptó su tono profesional usual.
“Te enviaré por correo electrónico el único mensaje que recibí
mientras tú estabas hablando por teléfono”, Tara contestó.
Bette continuó oliendo la tira del perfume que ella seguía
sujetando entre sus dedos y se preguntó qué más podría estar reservado para
ella, hoy.
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continuará...
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